De visita por la Argentina, un médico brasileño que desarrolla la técnica quirúrgica detalló los alcances de la práctica que "no" quita el placer de comer.
En la Argentina, más de la
mitad de la población masculina y femenina tiene sobrepeso y un 25% es obesa.
La obesidad es una enfermedad metabólica que mata, afea, envejece y trae
consecuencias de todo tipo, como trastornos en los niveles de colesterol,
diabetes, triglicéridos, enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares,
depresión, insuficiencia renal, cálculos biliares, artrosis, artritis, hernias
de disco, cardiopatías, hipertensión, trastornos respiratorios, varices y
muerte prematura.
La situación se agrava si a la obesidad se le suma el actual estilo de vida: el
apresuramiento, el estrés, el tabaquismo, el alcoholismo, los nervios, el comer
apurado, el comer de pie y la omisión de comidas.
La obesidad dejó de ser una condición estética para convertirse en un factor de
riesgo sanitario a nivel mundial; es el problema de nutrición por exceso,
característico de las sociedades desarrolladas urbanas y sedentarias.
¿Qué es la obesidad?
Es el aumento excesivo de grasa corporal a diferencia del sobrepeso, que es el
aumento de peso corporal en relación con la altura. Aquel aumento de grasa
corporal se puede distribuir de diferentes maneras. En los hombres, por lo
general, esta grasa corporal predomina en la región abdominal y es llamada
obesidad androide (tiene forma de manzana). En la mujer, en la región inferior
del cuerpo y se la llama obesidad ginoide (forma de pera).
La distribución de la grasa es un importante indicador de mortalidad. La
acumulación de grasa en el abdomen se correlaciona estrechamente con el
desarrollo de la diabetes, presión elevada, aumento de colesterol, enfermedades
del corazón, insuficiencia respiratoria, problemas en la piel, cálculos en la
vesícula, artrosis, várices, etcétera. Tanto la obesidad androide como la
ginoide inciden negativamente en la calidad de vida de quien la padece.
La técnica del doctor Lazzarotto
A la multiplicidad de regímenes y dietas de moda existentes en cada época,
muchas de ellas temporales y de dudosos resultados, se le oponen algunos
tratamientos y técnicas quirúrgicas de muy probada eficacia en el mundo entero
y con miles de pacientes definitivamente recuperados.
Una de esas técnicas quirúrgicas es la desarrollada por el médico brasileño
José Lazzarotto e Souza, para que todos los obesos puedan adelgazar y después
de la cirugía tengan la libertad de comer sin restricciones y sin engordar
nunca más.
En su centro médico de Curitiba (Brasil) el doctor operó a más de tres mil
pacientes a lo largo de más de veinte años.
Lazzarotto explicó cuál es la diferencia básica entre la cirugía por él
desarrollada y las otras técnicas existentes: "Yo no toco el estómago, por
eso no le saco a la persona el placer de comer. Sólo hago un desvío en el
intestino, de modo tal que el operado sólo absorberá lo que es preciso y en
consecuencia adelgazará naturalmente. Tampoco hay faltante de vitaminas y sales
minerales. Con mi técnica, además de que la persona puede comer como lo hacía
habitualmente, tendrá una vida totalmente normal".
"Otra particularidad es la anestesia. El paciente es operado con anestesia
peridurial y raquidiana, de manera que permanece despierto, conversando con
nosotros durante el procedimiento. Esta modalidad es mucho más segura y
conveniente que una anestesia general", especificó.
Asimismo, otra de las ventajas enumeradas es que en el acto quirúrgico el
cirujano plástico abre la cavidad facilitando el acceso quirúrgico y retirando,
al mismo tiempo, el exceso de grasa en la barriga, así el paciente no necesita
someterse a una cirugía plástica después de adelgazar.
Tanto los obesos mórbidos como también los obesos que tengan el IMC superior a
35, asociado a enfermedades como diabetes tipo 2 e hipertensión pueden operarse
con esta técnica y mejorar e inclusive curarse.
IMC es el Índice de Masa Corporal. Relacionando peso con altura, establece cuál
es el peso normal o saludable de cada persona. Se lo calcula dividiendo el peso
en kilos por la altura al cuadrado. Por ejemplo, sobre una persona que pesa 90
kilos y mide 1,80 (al cuadrado 3,24), se divide 90 sobre 3,24 y dará un IMC de
27,7. El IMC menor de 18,5 es un peso bajo; de 18,6 a 24,9 es un peso
saludable; de 25 a
29,9 es sobrepeso; de 30 a
34,9 es obesidad leve; de 35 a
39,9 es obesidad moderada; de más de 40 es obesidad grave.
Finalmente Lazzarotto recomendó: “Si usted es gordito o gordita hable primero
con su médico clínico. Él le recomendará a un endocrinólogo o a un
nutricionista. Éstos le indicarán medicamentos y dietas. Si esto no resuelve
sus problemas, entonces busque a uno, dos y hasta tres cirujanos de obesidad
que utilicen técnicas diferentes. Converse con personas que pasaron por esas
cirugías para poder comparar los resultados, porque una cirugía de obesidad
puede ser un fácil camino de ida, pero de difícil vuelta”.