Grasas, az?cares y sabores intensos estimulan el apetito y crean
h?bito. Controlar las tentaciones es importante para evitar
desequilibrios nutricionales
Los alimentos tambi?n generan pasiones. Los golosos, los devoradores
de pizzas, los que no dejan pasar la ocasi?n de tomar un caf? o los que
no pueden terminar el d?a sin beber un refresco, son legi?n. ?Se ha
preguntado alguna vez por qu? se dan esas preferencias, o por qu? hay
quienes no tienen control para dejar de comer ciertos productos? Los
factores que condicionan el apetito y la elecci?n de lo que comemos son
muy diversos y no afectan por igual a todas las personas.
?Por qu? comemos lo que comemos?
El consumo de az?car estimula la liberaci?n de endorfina, una sustancia vinculada con la sensaci?n de bienestar
Razones socio-culturales, econ?micas, fisiol?gicas y
ps?quicas propician que determinados alimentos resulten m?s atrayentes
que otros. Por lo general, la selecci?n tiene mucho que ver con la
comida a la que se est? habituado -costumbres familiares y del lugar en
el que se vive-, etc., sin olvidar que los alimentos influyen en
nuestro organismo, tanto en un aspecto f?sico como emocional. De hecho,
la alimentaci?n cumple con un doble objetivo en el organismo: saciar el
hambre en respuesta a una necesidad b?sica -necesitamos comer para poder vivir-, y la b?squeda del placer -se tiende a comer mayor cantidad de aquello que m?s gusta-.
Dulce o salado. ?Hambre espec?fica?
Algunos autores defienden que el "hambre espec?fica" consiste en la
preferencia por determinadas sustancias o sabores como respuesta del
cuerpo ante una carencia nutricional concreta. Para entenderlo mejor,
si una persona lleva mucho tiempo sin haber tomado sal, el sabor salado
le resultar? agradable, mientras que si ha consumido un exceso de sal
ocurrir? lo contrario.
Esto no es del todo cierto, puesto que
las personas que siguen dietas bajas en sal acusan, cuando comen fuera
de su hogar, un sabor salado demasiado pronunciado que llega a
resultarles desagradable. El gusto se educa y, por tanto, quienes est?n
habituados a comer productos salados tendr?n mayor atracci?n por ellos,
del mismo modo que quien est? habituado a los sabores dulces demandar?
m?s ese tipo de alimentos. Pero no s?lo nuestra percepci?n de los
sabores determina una mayor atracci?n por lo dulce o lo salado, tambi?n
hay que tener en cuenta que la apetencia por uno u otro sabor es
reflejo de lo que a la persona le reporta m?s placer. Comemos con los
cinco sentidos, en especial con el olfato y el gusto, que mantienen una
estrecha relaci?n con el cerebro, pero tambi?n con la memoria y con la
emoci?n.
El placer de comer. Una cuesti?n fisiol?gica y emocional
Comer es un acto placentero y como tal influye en nuestro sistema
nervioso y endocrino. En concreto, el acto de comer, o sencillamente
pensar en comida, pone en marcha est?mulos que llegan a nuestro sistema
nervioso y que provocan la liberaci?n de neurotransmisores -mensajeros
qu?micos del organismo- relacionados con experiencias agradables. Con
ello se ha demostrado que hay razones fisiol?gicas que hacen que los
alimentos ricos en grasas y en az?cares susciten mayor atracci?n que
otros. Algunos de esos neurotransmisores son la dopamina, la serotonina
y la noradrenalina.
- Dopamina: Se relaciona con las emociones y los sentimientos de placer.
- Serotonina:
Ejerce influencia sobre el sistema nervioso y con frecuencia se la
denomina "hormona del humor". Diversos estudios relacionan el deseo de
tomar dulces con la serotonina y la liberaci?n de endorfinas
-sustancias que produce el cerebro y que act?an en los mismos puntos
que la morfina-, lo que se asocia a una grata sensaci?n de bienestar.
Esto explica el ansia de dulce que algunas personas manifiestan cuando
se encuentran abatidas, con malestar o des?nimo, ya que el consumo de
az?cares estimula la liberaci?n de endorfinas.
- Noradrenalina:
Pertenece a la misma familia que la dopamina. Si los niveles de esta
sustancia son adecuados, la persona se siente con energ?a, pero si no
se tiene suficiente noradrenalina la persona nota agotamiento y puede
caer en una depresi?n.
"No puedo parar de comer"
La dificultad que algunas personas acusan en el establecimiento, y
cumplimiento, de l?mites a lo que comen se relaciona con alteraciones
que afectan al sistema nervioso y endocrino. Esto tiene mucho que ver
con la "b?squeda del placer", frente a la dificultad de obtenerlo de
otro modo en la vida cotidiana. La experiencia placentera de comer en
estos casos suele dar lugar a consumos exagerados de alimentos poco
saludables que pueden desequilibrar la dieta y afectar negativamente a
la salud.
Los alimentos que m?s enganchan
El queso, las carnes, los aperitivos salados -pipas de girasol, frutos secos, patatitas y similares-, la comida r?pida ofast food
-hamburguesas, pizzas, perritos, etc.-, los dulces, el chocolate o el
caf?, son los alimentos que m?s enganchan, dado su contenido de grasas,
az?cares, sal o de sustancias estimulantes como la cafe?na.
- Comida r?pida.
Este tipo de comidas se acompa?a generalmente de entrantes -aros de
cebolla, snacks, etc.-, salsas, patatas fritas y de postres dulces -donuts,
tartas, pasteles...- que aportan sabores muy intensos y una elevada
cantidad de grasas -las grasas hacen al alimento m?s agradable en la
boca-, az?cares, calor?as y sal. Su intenso sabor estimula el apetito y
su contenido de grasas y az?cares pueden conducir a que algunas
personas se enganchen a este tipo de comidas, poniendo en riesgo por
ello su salud.
- Dulces y az?cares. Los
alimentos dulces y los refrescos contienen elevadas cantidades de
az?car y calor?as. Se ha demostrado que el consumo de az?car estimula
la liberaci?n de endorfinas relacionadas con una grata sensaci?n de
bienestar, de ah? que algunas personas se sientan especialmente
atra?das por los dulces.
- Chocolate. Es un
alimento energ?tico por su alto contenido de hidratos de carbono y de
grasas. Asimismo contiene una sustancia similar a la cafe?na pero de
menor acci?n excitante y cantidades de cafe?na muy inferiores a las del
caf?. El equilibrio de su composici?n grasa y azucarada hace que sea un
alimento muy tentador y al que algunas personas llegan a engancharse.
Sin embargo no puede decirse que sea un alimento adictivo. El problema
radica en la sensaci?n placentera que produce su consumo y que la
persona supuestamente ?adicta? busca, en ocasiones, con demasiada
frecuencia.
- Bebidas estimulantes. Hay muchas
sustancias que estimulan el sistema nervioso que se hallan en alimentos
de consumo habitual. Entre ellas destaca la cafe?na.
- Caf?.
Contiene cafe?na, una sustancia psicoactiva y de acci?n excitante que
afecta al sistema nervioso y que puede llegar a crear adicci?n. En
dosis moderadas -200 mg/d?a, es decir, unas dos tazas de caf?-, la
cafe?na produce efectos agradables en el organismo. Es un t?nico
cardiaco, lo que conduce a un pulso m?s amplio y fuerte y a un aumento
temporal de la tensi?n arterial. Por otra parte facilita el trabajo
intelectual y la actividad muscular. No obstante, si las cantidades
ingeridas son demasiado elevadas -400-600 miligramos de cafe?na/d?a
durante m?s de una o dos semanas- sus efectos para el organismo pueden
llegar a ser nocivos dando lugar a crisis de ansiedad, insomnio,
temblores, etc.
- Bebidas de cola. Al igual que
el caf?, contienen cafe?na que suele proceder del extracto de nuez de
cola, un fruto tropical en la que se halla de modo natural. Una lata de
refresco de cola contiene en torno a 40-55 miligramos de cafe?na.
- T?.
Esta bebida contiene una sustancia similar a la cafe?na conocida con el
nombre de te?na. Una taza de t? negro aporta el equivalente a unos 50
miligramos de cafe?na.
El placer de comer puede, y debe, ser saludable

El
placer de comer no est? relacionado con las comidas copiosas, los
alimentos grasos o dulces o sofisticadas recetas. Los principales
aspectos a tener en cuenta si lo que se desea es experimentar
satisfacci?n con la comida sin alterar la salud son incluir en la dieta
todo tipo de alimentos, prepararlos en la forma adecuada e ingerirlos
en las cantidades que el cuerpo necesita, ni m?s ni menos.