Debido al contenido de purinas en las legumbres, se aconseja controlar su ingesta cuando se padece hiperuricemia grave y gota
El consumo de alimentos ricos en purinas est? contraindicado en caso de crisis de gota, un trastorno causado por el dep?sito de cristales de ?cido ?rico en las articulaciones. Las purinas son compuestos qu?micos presentes en mayor o menor cantidad en las c?lulas de animales y vegetales. Las leguminosas las contienen en cantidades moderadas, casi en la misma proporci?n que esp?rragos y champi?ones. Pero aunque las legumbres no son los alimentos m?s sobresalientes en estos compuestos, es prudente controlar su consumo en caso de hiperuricemia grave.
Las legumbres tienen en sus ra?ces unos n?dulos caracter?sticos en los que, de manera simbi?tica, viven con la planta unas bacterias fijadoras de nitr?geno atmosf?rico. Las bacterias utilizan el nitr?geno del aire como material precursor de amino?cidos, los elementos b?sicos de construcci?n de las prote?nas vegetales. Esto explica que los cacahuetes, los guisantes y las jud?as, las leguminosas m?s consumidas en todo el mundo, proporcionen gran parte de la prote?na alimentaria y que los suelos se enriquezcan en nitr?geno con su cultivo. Al mismo tiempo, esta particularidad biol?gica explica el contenido moderado de purinas de este grupo de alimentos vegetales. Las lentejas, las habas y los guisantes secos, no frescos, destacan sobre el resto por una mayor cantidad.
En caso de hiperuricemia grave o gota, la persona debe seguir una dieta estricta, en la que se prescribe una ingesta inferior a 5 mg de purinas/d?a. Esto supone limitar en la dieta los alimentos con m?s concentraci?n en estas sustancias. Entre los vegetales, se restringe el consumo de legumbres, hortalizas y verduras como los esp?rragos, los champi?ones y las setas, las espinacas, las acelgas y la coliflor.
No obstante, la concentraci?n de purinas en las legumbres (10-100 mg/100 g) est? muy por debajo de la de otros alimentos, como extractos de carne (3.500 mg), conservas de pescado (350-450 mg), v?sceras (300-360 mg) y carnes rojas (150-200 mg). Por tanto, no es preciso eliminar las legumbres de la dieta en caso de hiperuricemia, si bien conviene moderar la frecuencia y la cantidad de consumo. En las hiperuricemias graves, con niveles plasm?ticos de ?cido ?rico superiores a 9 mg/dl, asociadas a crisis de gota, la dieta estricta no es suficiente para paliar el malestar y revertir las molestias. Es imprescindible recurrir a f?rmacos que inhiben el catabolismo de las purinas. Superada la crisis, se retornar? a una alimentaci?n m?s variada. Hoy en d?a, debido a la eficacia de los f?rmacos actuales, la dieta no tiene el papel esencial que desempe?aba en ?pocas anteriores como tratamiento de la hiperuricemia y de la gota.
El producto final derivado del metabolismo de las purinas de los alimentos en el organismo es el ?cido ?rico. Un consumo elevado de alimentos ricos en estos compuestos puede desembocar en un exceso de ?cido ?rico en sangre. En cl?nica se denomina hiperuricemia a una concentraci?n de ?cido ?rico en sangre por encima de 7 miligramos por decilitro.
Si el exceso de ?cido ?rico se mantiene, ?ste se acumula en los tejidos y puede derivar en artritis cr?nica
Si la hiperuricemia se mantiene, el ?cido ?rico forma en el organismo sales (uratos de sodio) que cristalizan y tienden a acumularse en diversos tejidos. Con el tiempo, la persona puede sufrir gota, inflamaci?n articular y un ataque s?bito de dolor intenso y localizado en el dedo gordo del pie que, m?s tarde, asciende por la extremidad. La gota es la manifestaci?n f?sica m?s grave del exceso de ?cido ?rico en sangre. Estos dep?sitos, denominados tofos, pueden da?ar las articulaciones y desarrollar una artritis cr?nica.
Las unidades de diet?tica y nutrici?n, reumatolog?a y epidemiolog?a cl?nica de distintas instituciones sanitarias han profundizado en el estudio del estilo de vida y las recomendaciones diet?ticas para los pacientes de gota, ya que esta enfermedad se asocia a menudo con el s?ndrome metab?lico y con un mayor riesgo futuro de enfermedad cardiovascular.
La reducci?n del peso mediante la dieta, la pr?ctica de ejercicio f?sico y la limitaci?n de la ingesta de carnes rojas y bebidas y alimentos azucarados podr?a ayudar a reducir los niveles de ?cido ?rico, el riesgo de gota y la resistencia a la insulina, todos ellos factores de riesgo coronario. Los vegetales en general (salvo los limitados por su mayor concentraci?n en purinas), los frutos secos, las frutas frescas y los cereales y derivados integrales son, por el contrario, alimentos saludables para prevenir estas enfermedades cr?nicas.
Las leguminosas son los vegetales con una mayor riqueza en prote?na, por lo que se consideran indispensables en el aporte de este nutriente en los pa?ses donde escasea el acceso a las prote?nas animales. En especial, son ricos en carbohidratos complejos y tienen un contenido sobresaliente de fibra diet?tica, un nutriente ausente en las fuentes alimenticias de origen animal. Otra ventaja nutricional que les caracteriza es, en general, su bajo contenido en grasa, la ausencia de colesterol y la variedad de vitaminas y minerales que proporciona su consumo al conjunto de la dieta.
Al excelente inter?s nutricional de las leguminosas, se suma el efecto diet?tico profil?ctico y terap?utico, debido al beneficio derivado de su consumo frecuente, que se atribuye a las propias prote?nas vegetales y a sustancias presentes en su composici?n, como fibra, saponinas, isoflavonas, lectinas y ?cido f?tico, entre otros componentes funcionales. Estos beneficios sanitarios se reflejan en numerosas investigaciones recientes llevadas a cabo en el ?rea de las enfermedades cardiovasculares, la carcinog?nesis y la diabetes.