Un nuevo m?todo dotado de biosensores permite detectar toxinas en el marisco de forma m?s r?pida y fiable
La principal causa de contaminaci?n a trav?s del consumo de marisco se debe a la presencia de toxinas, producidas sobre todo por algas presentes en el plancton y que constituyen la principal fuente de alimento de los moluscos bivalvos, una de las especies m?s afectadas. De esta manera, las toxinas se acumulan y se pueden metabolizar en el interior del animal y, por tanto, llegar a intoxicar al consumidor final. Hasta la fecha, para la detecci?n de toxinas en el marisco eran necesarios varios d?as de an?lisis. No ha sido hasta ahora que un grupo de cient?ficos brit?nicos ha ideado una prueba que permite verificar de manera mucho m?s r?pida la presencia de toxinas en el alimento y su buen estado general.
Uno de los objetivos de esta nueva herramienta ser?, tal como indican los expertos, de la Universidad de Queen's, en Belfast, (Reino Unido), detectar toxinas en el marisco antes de su introducci?n en la cadena alimentaria, adem?s de otras aportaciones de car?cter revolucionario en el sector. Hasta ahora, el periodo necesario para la detecci?n de toxinas en marisco da?inas para el consumidor era de unos dos d?as, Con el nuevo m?todo, que trabaja con biosensores, el proceso de detecci?n puede reducirse hasta s?lo 30 minutos y, adem?s, con unos resultados muy fiables.
Se hace hincapi? en la detecci?n de la toxina paral?tica, capaz de provocar una par?lisis a quien la consume e incluso provocar la muerte. La nueva t?cnica, ejecutada en el marco del proyecto europeo "Nuevas tecnolog?as para la detecci?n de m?ltiples contaminantes qu?micos en alimentos" (BIOCOP), supone un gran avance en cuanto a la seguridad alimentaria y ofrece adem?s rapidez y fiabilidad.
Ya hace tiempo que se tiene conocimiento de la existencia de las toxinas en el marisco, en concreto de su procedencia, las formas existentes y sus efectos en los consumidores. Pero el campo de la detecci?n y la fiabilidad de las pruebas utilizadas para ello a?n precisaban nuevas investigaciones. La importancia de evitar que las toxinas entren en la cadena alimentaria es creciente, no s?lo porque cada vez se conocen m?s sus efectos en el consumidor sino que cada vez se hallan tambi?n m?s indicios de que el cambio clim?tico multiplica los casos de intoxicaci?n en todo el mundo. Los expertos de la Uni?n Europea han llevado a cabo numerosos estudios cient?ficos para detectar, de manera fiable, la presencia de toxinas antes de que ?stas entren en la cadena alimentaria y disminuir las intoxicaciones en los consumidores.
Mediante 'prote?nas detectoras' es posible detectar cantidades casi inapreciables de toxinas en todos los mariscos
La nueva herramienta permite captar cantidades muy peque?as de toxinas mediante unas "prote?nas detectoras". La t?cnica se ha probado en vieiras, ostras, mejillones y otros mariscos y el resultado ha sido excelente. Se han detectado cantidades casi inapreciables de toxinas en todos los mariscos estudiados. Con este nuevo avance se garantiza la seguridad del marisco en todo el mundo, un gran paso para la acuicultura, un sector que lleva mucho tiempo luchando contra el aumento de toxinas provocado por el cambio clim?tico.
Este nuevo instrumento se une a una peque?a gama de pruebas r?pidas de seguridad alimentaria ideadas por los expertos brit?nicos. La Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) ha proporcionado una nueva subvenci?n a este grupo de investigadores para continuar con los estudios y desarrollar la prueba al otro lado del Atl?ntico y reducir as? el plazo de comercializaci?n de marisco. El objetivo es establecer los controles tanto en los laboratorios como en las embarcaciones justo en el momento de la captura del marisco.
Este fen?meno natural se produce por la presencia de grandes cantidades de algas unicelulares con una coloraci?n rojiza debido a sus pigmentos, aunque tambi?n poseen otras coloraciones. Estas algas forman parte del plancton que los animales marinos, sobre todo marisco, consumen. Estas mareas se encuentran en aguas con una temperatura elevada y con una baja salinidad. Los dinoflagelados son los componentes mayoritarios de este plancton, aunque tambi?n se encuentran las diatomeas y otros organismos. Los dinoflagelados tienen la capacidad de realizar la fotos?ntesis con la luz del sol y tambi?n con compuestos inorg?nicos presentes en el agua.
Se concentran en los moluscos durante el proceso de filtraci?n, t?pico de estos organismos, y se acaban por acumular en el aparato digestivo de los mismos. La intoxicaci?n se produce tras el consumo de este marisco contaminado, sobre todo moluscos bivalvos, ostras, almejas o mejillones, entre otros. El nivel de afectaci?n en los humanos est? relacionado por factores como la cantidad de marisco consumido, el nivel de toxinas que tienen los alimentos o su edad.
Conocida desde hace un siglo en Canad?, esta intoxicaci?n esta provocada por las saxitoxinas y las gonyautoxinas. Es una afectaci?n rara pero grave ya que provoca una paralizaci?n de los m?sculos respiratorios y puede causar la muerte. Las toxinas se acumulan en las v?sceras de los moluscos, aunque depender? de las especies a las que intoxiquen. Los mejillones son unos de los m?s afectados. Esta especie elimina el 50% de la toxina en unos 12 d?as, de ah? la importancia de la nueva herramienta para detectar t?xicos con m?s antelaci?n. El resto se puede mantener durante meses con unos niveles de toxicidad bajos. Los s?ntomas de intoxicaci?n por estas toxinas son inmediatos, a los pocos minutos de la ingesti?n ya pueden aparecer, pero igual de r?pida puede ser su eliminaci?n. Cabe destacar que con s?lo comer uno o dos mejillones contaminados de saxitoxina ya puede aparecer una intoxicaci?n grave.