Mi?rcoles, 26 de enero de 2011

Los controles han disminuido el peligro de exposici?n a esta sustancia t?xica

l t?rmino "dioxinas" hace referencia a un grupo de sustancias qu?micas cloradas, de car?cter org?nico, que poseen una estructura qu?mica similar. Junto con las dioxinas se suelen encontrar furanos, unos compuestos qu?micos similares. Las dioxinas han hecho saltar la alarma social en los ?ltimos a?os como un elemento de riesgo para el medio ambiente y la salud. Hay varios cientos de tipos de dioxinas que se encuentran diseminadas en el medio ambiente, pero en su mayor?a son inocuas o levemente t?xicas. Sin embargo, una docena de ellas, especialmente la conocida como 2,3,7,8-TCDD, presentan altos grados de toxicidad.

Las dioxinas y los furanos se forman de manera involuntaria, excepto en peque?as cantidades para trabajos de investigaci?n, y son liberadas principalmente por actividades humanas como la incineraci?n y la quema de combustibles, en el proceso de fabricaci?n de algunos pesticidas, conservantes, desinfectantes o componentes del papel, cuando se queman a bajas temperaturas algunos productos qu?micos, gasolina con plomo, pl?stico, papel o madera, etc., aunque tambi?n se forman, en menor cantidad, en procesos naturales como incendios forestales o erupciones volc?nicas. Las dioxinas viajan por el aire y se depositan sobre el agua o la tierra

Las dioxinas viajan por el aire y se depositan sobre el agua o la tierra

Los animales, a trav?s de su comida, acumulan las dioxinas en su grasa, y as? van aumentando las concentraciones en cada nivel de la cadena alimenticia. Por ello, m?s del 90% de la ingesta de dioxinas por los humanos se produce a trav?s de los alimentos, fundamentalmente de origen animal. Los beb?s amamantados son especialmente sensibles, puesto que la ingesta de dioxinas con relaci?n a su peso corporal es entre diez y cien veces mayor que en los adultos. Las dioxinas son transformadas lentamente en el cuerpo y tardan unos cinco a?os en reducirse a la mitad, por lo que tienden a acumularse en las grasas y en el h?gado.

Los estudios realizados no han podido demostrar que las personas expuestas a estas sustancias, incluso en dosis muy altas, tengan ?ndices de mortalidad m?s altos que lo normal. Cuando algunas personas han estado expuestas a altas concentraciones de 2,3,7,8-TCDD han tenido diversos problemas de salud, pero en casi todos ellos desaparecen pronto, excepto un fuerte acn?, llamado cloroacn?, que a veces se ha mantenido durante d?cadas. Sin embargo, diversos experimentos de laboratorio con animales han comprobado que dosis no letales pueden producir c?ncer, defectos de nacimiento, reducci?n en la fertilidad y cambios en el sistema inmunitario, por lo que las autoridades sanitarias controlan que no se sobrepasen determinados niveles a medida que se van conociendo nuevos datos. Por ejemplo, la Organizaci?n Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una Ingesta Diaria Tolerable (IDT), un valor medio de forma que puede ser ocasionalmente sobrepasado durante cortos per?odos sin consecuencias para la salud. No obstante, lo que m?s preocupa son los efectos, desconocidos en la actualidad, que a largo plazo pueden darse en personas expuestas a dosis muy bajas, que no provocan efectos apreciables a corto plazo, en especial aquellos problemas relacionados con malformaciones en el feto y la aparici?n de tumores malignos.

Afortunadamente, en la mayor?a de los pa?ses industrializados la exposici?n a las dioxinas se ha reducido en casi un 50% en comparaci?n con principios de los 90. La Uni?n Europea (UE) obliga a todos los pa?ses a controlar el nivel de dioxinas en los alimentos que producen y exportan, y la normativa que regula la vigilancia y el control de las dioxinas en alimentaci?n y en el medio ambiente se adapta continuamente a partir de los nuevos conocimientos cient?ficos, para fijar unos niveles m?s seguros.

Principales intoxicaciones

El primer caso de intoxicaci?n conocida por dioxinas se produce en 1976, en el accidente de Seveso (Italia). La liberaci?n de importantes cantidades de dioxinas por parte de una empresa farmac?utica afect? gravemente a decenas de miles de personas. En Espa?a se detect?, en 1982, el ?nico caso documentado hasta la fecha de intoxicaci?n por dioxinas. Una familia de Sevilla sufri? cloroacn? y s?ntomas de intoxicaci?n tras consumir aceite envasado en un recipiente de pl?stico que ten?a impurezas de dioxinas. Los amagos de intoxicaci?n desaparecieron totalmente tras un a?o de no consumir ese aceite y la afecci?n cut?nea pudo ser tratada satisfactoriamente.

A comienzos de 1999, un laboratorio hab?a detectado en B?lgica la presencia de dioxinas y otras sustancias t?xicas en los piensos de pollos y gallinas, pero las autoridades belgas no lo comunicaron a la Comisi?n Europea (CE) hasta un mes m?s tarde, con lo que el potencial peligro para los ciudadanos hab?a alcanzado grandes dimensiones. Tras este esc?ndalo, la normativa europea se endureci? a?n m?s, con revisiones y controles cada vez m?s frecuentes para detectar dioxinas y productos relacionados en toda clase de alimentos, piensos y sus componentes.


Publicado por jacintoluque @ 19:15
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