La Comisi?n Europea analiza los mecanismos de identificaci?n por radiofrecuencia y sus posibilidades de aplicaci?n en la alimentaci?n
Describir las partes implicadas en el proceso de producci?n de los alimentos, dise?ar sistemas de trazabilidad efectivos y qu? tecnolog?as pueden ser ?tiles en este campo constituyen los principales ejes de un estudio brit?nico. El objetivo es dar respuesta a la demanda de los consumidores en cuanto a seguridad y calidad alimentarias se refiere. El control de pat?genos, la capacidad de realizar informes de forma r?pida y establecer claramente la fuente del problema son algunos de los principales requisitos que debe cumplir todo buen sistema de trazabilidad, aseguran los expertos. Una de las t?cnicas que se est?n desarrollando en este campo es la identificaci?n por radiofrecuencia.
?La dispar naturaleza de las tecnolog?as en el ?mbito de la trazabilidad alimentaria representa actualmente un problema?. Un grupo de expertos brit?nicos apuestan por un ?protocolo com?n para acomodar estas diferencias y optimizar los controles?. La Uni?n Europea ha hecho ya un primer paso y acaba de presentar una consulta p?blica sobre los mecanismos de identificaci?n por radiofrecuencia (RFDI, en sus siglas inglesas), un m?todo de almacenamiento y recuperaci?n de datos remoto que usa dispositivos peque?os (etiquetas), como una pegatina, que puede adherirse o incorporarse a un producto o animal. La finalidad es armonizar los numerosos patrones t?cnicos sobre trazabilidad alimentaria.
El m?todo de recolecci?n de informaci?n sobre productos, lugares y transacciones es un sustituto cada vez m?s generalizado de los c?digos de barras actuales. Su implantaci?n (a principios de 2006 se vendieron en todo el mundo 2.400 millones de unidades, frente a los 600 millones en 2005) se ha traducido en una reducci?n del ?ndice de error de un 20% a un 10%. La UE financia durante tres a?os el proyecto Bridge, enfocado a desarrollar y ampliar el uso de esta tecnolog?a en industrias de la alimentaci?n y bebidas. Uno de los principales problemas a la aplicaci?n de este sistema es su elevado coste, as? como el poco conocimiento y confianza que a?n se tiene de ?l. El proyecto re?ne 31 organizaciones internacionales y universidades de la UE y China. Desde su inicio, la t?cnica RFDI se ha perfilado como la panacea para una informaci?n de la cadena alimentaria m?s completa, asegura Henri Barthel, coordinador de Bridge. En el ?mbito alimentario, el proyecto espera poder demostrar c?mo se reduce la presencia de alimentos en mal estado, lo que contribuir? a mejorar la seguridad alimentaria.
Del c?digo de barras al chip
La tecnolog?a RFDI avanza como m?todo para la identificaci?n y seguimiento de los alimentos La tecnolog?a basada en la identificaci?n por radiofrecuencia se perfila cada vez m?s como un potencial sustituto de los tradicionales c?digos de barras, utilizados de forma generalizada en la industria alimentaria para la identificaci?n de los alimentos. De hecho, se calcula que el n?mero de estos identificadores en los pr?ximos 10 a?os puede llegar a ser muy superior al actual, una vez se superen los principales problemas actuales, como su elevado coste. La etiqueta electr?nica contiene un c?digo y un n?mero de serie ?nicos que bien puede asociarse a una caja de productos o a un art?culo individual. La lectura de la informaci?n se realiza a trav?s de se?ales de radio, sobre todo con sensores, lo que permite, por ejemplo, conocer la caducidad de los alimentos.
Una de las principales ventajas de la etiqueta RFID viene dada por su unicidad. Cada producto puede ser seguido de forma individual durante todo el proceso de producci?n, desde el origen hasta que llega al consumidor. Esta es una de las principales diferencias entre los dos sistemas: mientras el c?digo de barras identifica un tipo de producto (por ejemplo, botellas de agua), el nuevo sistema es capaz de detectar una unidad (una botella concreta). La etiqueta electr?nica (o tag) permite controlar y rastrear un producto a lo largo de toda la cadena de distribuci?n, desde el productor hasta el consumidor, pasando por las empresas de almacenaje y distribuci?n o el comercio que vende el producto.
Los dispositivos basados en la tecnolog?a RFDI, a diferencia de los c?digos de barras, que se adhieren en la parte externa de la superficie del producto, forman parte del producto o se colocan bajo una superficie protectora. Esto les proporciona una elevada resistencia a impactos externos, a los que s? son vulnerables los tradicionales c?digos. Para que el funcionamiento sea del todo ?ptimo debe contarse con un lector, una microantena y una base de datos, en la que se contiene informaci?n como la fecha de producci?n o de caducidad.
EL CARNET DE LOS ALIMENTOS
El concepto de trazabilidad empez? a implantarse en la Uni?n Europea con efectividad a partir de 2005, con la entrada en vigor de la normativa europea que obliga a que todo producto alimenticio lleve en su etiqueta informaci?n relativa a todos los pasos por los que ha pasado, ?desde la granja a la mesa?. La medida pretend?a entonces no s?lo identificar el origen del producto sino tambi?n los procesos a los que ha sido sometido. Informaci?n como la fecha de envasado, caducidad y composici?n es alguna de la informaci?n b?sica que debe estar disponible al consumidor.
En paralelo a la medida normativa, la UE mantiene, desde el a?o pasado y hasta 2009, el proyecto CoExtra (coexistencia y trazabilidad de los sectores OMG y no OMG), destinado a ofrecer los m?todos de gesti?n y de informaci?n que permitan conocer si un producto contiene o no organismos modificados gen?ticamente (OMG), uno de los campos m?s complejos. En total, 250 investigadores de18 pa?ses de la UE, adem?s de Rusia, Brasil y Argentina, coordinados por el Institut National de la Recherche Agronomica (INRA, en sus siglas francesas), son los encargados de desarrollar un ?corpus de conocimiento? en este sector.