Jueves, 25 de agosto de 2011

El lenguaje corporal es una forma de comunicación muy útil porque proporciona información sobre el carácter, emociones y reacciones de las personas. El lenguaje corporal es el que se expresa a través de gestos y posturas, descubre diferentes sentimientos y expresiones que no se expresan con palabras.
Como interpretar el lenguaje corporal

El estado de ánimo se expresa a través del lenguaje corporal. Así, si levantamos una ceja significa que dudamos, si nos rascamos la nariz, es que estamos indecisos, si cruzamos los brazos es para protegernos, alzamos los hombros para mostrar indiferencia, guiñamos el ojo en señal de complicidad, movemos los dedos por nerviosismo, nos golpeamos la frente por un olvido, nos balanceamos cuando sentimos angustia o lo hacemos sobre los pies cuando nos hallamos en una situación de apuro.

Hay gente que tiene la capacidad de entender el lenguaje corporal, es a veces la llave de las relaciones personales y puede ser el secreto que permite a estas personas manejar a otras. Si conocemos como actúa nuestro cuerpo, nuestro conocimiento interno será más profundo y si controlamos el lenguaje corporal, podremos superar muchas barreras defensivas y relacionarnos mejor. El lenguaje corporal es una parte importante de la comunicación y es necesario desarrollarlo para ser mejores comunicadores.

La importancia del lenguaje corporal está en el conjunto de los diferentes lenguajes, el oral, el visual, el corporal y la imaginación.

Nuestro cerebro está programado para levantar las bordes de los labios cuando nos sentimos felices y bajarlos cuando estamos tristes, según los impulsos que transmitimos al cerebro arrugamos la frente, levantamos las cejas o movemos la boca.

El grito, el sollozo, la risa, el gemido o el llanto transmiten mensajes que todos entendemos. La sonrisa, la risa, la mirada fija, la cara asustada o el rostro arisco son expresiones clásicas que utilizamos, pero hay expresiones y pautas que varían según la cultura.
Encuentros personales

Todo encuentro social nos provoca un cierto recelo. El comportamiento de otra persona en el momento del encuentro es una incógnita. La sonrisa y la risa exteriorizan la presencia de este temor que se combinan con sentimientos de atracción y aceptación. Así, si una persona a la que saludamos no sonríe de una manera sincera y evita nuestra mirada, puede significar:

• que no despertamos su interés

• que se trata de una persona tímida, retraída y temerosa de la situación que vive.

Todos los movimientos o posturas del cuerpo tienen funciones de adaptación, expresión o defensivas, unas son conscientes y otras inconscientes, también pueden ser instintivos, aprendidos o imitados.

La postura que toma nuestro cuerpo cuando hablamos con otra persona tiene más significado de lo que se puede imaginar en el lenguaje corporal.

Hemos de tener presente que:

• Las personas retraídas guardan mayor distancia en la conversación que las personas abiertas. Quien que se aparta en una conversación necesita mas protección para asegurar su espacio.

• En una multitud, por más amontonadas que estén las personas, mantienen a su alrededor un área intocable que tratan de conservar.

Hay diversos métodos con los que protegemos nuestras zonas personales, uno de ellos es el disimulo, con él controlamos el cuerpo para que no transmita mensajes que la mente quiere ocultar, pero, no es posible ocultar reacciones involuntarias, como el sudor.
Actitudes corporales psicológicas

Las actitudes psicológicas afectan la postura y el funcionamiento del cuerpo, de forma que los problemas nerviosos también aparecen en su estructura y función.

Quien comprende el lenguaje corporal y lo utiliza, tiene el dominio de las posturas más importantes y puede relacionarlas con los estados emocionales, por eso, esa persona será más sensible al tratar con otros.

• La persona con una espalda encorvada no tiene el “yo” enérgico de aquella que la tiene erguida, pero, la espalda erguida es menos flexible.

• Los hombros encogidos significan ira encerrada, los hombros alzados se relacionan con el miedo, los hombros anchos y rectos indican que asumen responsabilidades y los hombros encorvados se relacionan con soportar una carga personal.

Cuando en una conversación, miramos a derecha e izquierda, arriba y abajo, parpadeamos, subimos las cejas, nos mordemos los labios o nos tocamos la nariz, cada movimiento está ligado a lo que hablamos, así como bajar la cabeza indica el fin de una afirmación o levantarla, el fin de una pregunta.

Las diferentes partes del cuerpo informan del estado de ánimo, personalidad y actitud personal. Una persona autoritaria planta firmemente los pies, adopta una postura firme y utiliza maneras impositivas, lo que demuestra el control y responsabilidad de sus argumentos. Por otra parte, el uso de muchos movimientos corporales, se asocia a personalidades inmaduras.

Las manos, su movimiento está asociado con las emociones. Cuando alguien quiere destacar o dar fuerza a sus palabras, los movimientos de sus manos son más extensos e intencionados.

El rostro denota diferencias importantes en el significado del mensaje. Para enviar un mensaje cálido o positivo, lo acompañamos con una sonrisa. Si el mensaje es formal, mostramos una expresión grave, solemne o sobria.
Con los movimientos de la cara podemos mostrar las emociones más profundas o superficiales. Si algo nos desagrada, la expresión es dura o rabiosa. La felicidad se muestra con una movilidad suave de los músculos faciales. La cólera con los músculos tensos y rígidos.

Cruzar los brazos es a veces un gesto defensivo, una señal de que no se acepta el punto de vista de otra persona, de inseguridad o un deseo de defenderse. Éstas y otras interpretaciones son válidas, pero cuando llegamos a la dirección del cruce, izquierda sobre derecha o viceversa, el terreno es menos seguro, el modo de hacerlo es un rasgo genético, congénito, como usar la mano derecha o izquierda para escribir. Cruzarlos manteniendo los puños cerrados es señal de defensa y hostilidad.

Las piernas cruzadas indica actitud defensiva, cruzadas sentados al estilo indio competencia, discusión, cruzadas estando de pie, es incomodidad, tensión. Cruzar los tobillos se utiliza para disimular una actitud negativa.
Busquemos la forma correcta de presentarnos a otro, mejorando nuestra imagen:

• Evitemos parpadear constantemente, ya que indica duda e inseguridad.

• Procuremos que nuestra mirada sea directa y cree acercamiento visual con el participante, es señal de sinceridad y decisión.

• No nos mordamos, ni humedezcamos los labios, ya que son señales de timidez, inseguridad, duda e indecisión.

• Mantengamos la boca cerrada y los labios unidos mientras escuchamos. Esto transmite calma y seguridad en sí mismo.

Mientras que la boca abierta y la mandíbula caída indican nerviosismo, prisa, asombro y sorpresa.

• Mantengamos una posición cómoda y evitemos los movimientos continuos ya que denotan ansiedad, nerviosismo y falta de control.

• Mantengámonos atentos y firme mientras los otros hablan. Evitemos movernos ante una frase con la que estamos en desacuerdo.

• Controlemos el movimiento de las manos y tengámoslas visibles.

• La voz debe tener un acento moderado, sin titubeos. Una voz indecisa transmite inseguridad y timidez. Muestra que la persona no domina el tema. Si bajamos el tono de voz con premeditación, demostramos superioridad. 


Publicado por jacintoluque @ 9:38
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