Dejándose llevar.
Una sola gota de lluvia puede pesar hasta 50 veces más que un mosquito.
Si lo agrandamos a escala humana, esto sería como si llovieran autos del cielo. Entonces, ¿por qué la lluvia no aplasta a los mosquitos?
Su diminuta masa y su fuerte exoesqueleto ayudan, pero investigaciones recientes con video a alta velocidad ha revelado que tienen una astuta técnica.
Más allá de resistir las gotas de lluvia, los mosquitos se agarran a ellas. Es entonces cuando caen hasta 20 veces la longitud de su cuerpo antes de separarse de la parte delantera de la gota, usando sus patas largas y alas fuertes.
De esta manera, se liberan de la gota de lluvia antes de que toque el suelo