El audiófono exoaural permitirá que cada persona escuche con la mayor calidad de audio posible, independientemente del sistema de reproducción y de escucha utilizado.
Aunque tengamos los mejores altavoces o auriculares, es muy complicado que lleguemos a escuchar los sonidos tal y como son en realidad. Cada persona, de hecho, percibe el sonido de una forma diferente, y estas particularidades se describen mediante curvas audiométricas. Cada uno de nosotros poseemos unas curvas únicas, que varían según el volumen, la fuerza o la velocidad de vibración de las ondas sonoras, y provocan la “distorsión” del sonido que llega a nuestro sistema auditivo.
Para suplir estas carencias, un equipo de cuatro investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Sistemas de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha creado un dispositivo que se intercala entre un reproductor de sonido y los auriculares para, basándose en las curvas audiométricas, corregir las desviaciones que tienen nuestros oídos del oído emetroacúsico u “oído perfecto”.
Mediante un simple protocolo, captura la respuesta de cada oído y durante la escucha aplica la corrección. Así, el sonido que percibimos es exactamente el mismo que reproducimos.
“Lo puede utilizar cualquier persona, no es exclusivo como ocurre con los audífonos, sino extensivo a todo el mundo”, señala Lino García, uno de sus inventores. “La idea surgió hace, aproximadamente, un año o año y medio, cuando detectamos que las tecnologías del audio habían alcanzado un desarrollo tal que sobrepasaba con creces la cualidad del sistema auditivo humano. Sin embargo, no se habían preocupado de lo principal: ¡el oído!”.
Aunque los científicos aún están trabajando sobre un prototipo, se prevé que el audiófono definitivo listo a final de año. Después, sus creadores pretenden dar el salto al mercado con “un producto simple de usar y barato”, según indica García. El audiófono también podrá usarse como un audífono clínico.