Martes, 24 de octubre de 2017

Existe en el mundo una sorprendente cantidad de personas que están convencidas de que el programa espacial 'Apolo' fue tan solo un montaje del Gobierno o el Ejército de EEUU. Estos numerosísimos teóricos de la conspiración tienen razón en una cosa: era casi imposible que la NASA lograra cumplir el compromiso, establecido por el presidente John F.Kennedy, de pisar la Luna antes de la fecha límite anunciada. Es decir, antes de que acabara la década de los 60. 

La palabra clave de la anterior oración es 'casi'. Si lo consiguió, fue en buena parte gracias a la buena suerte y a los inmensos presupuestos que manejaba, pero, sobre todo, gracias al talento y al esfuerzo de muchas personas. Así lo reconocieron en su momento sus propios enemigos de la Unión Soviética, quienes tenían capacidad para rastrear con sus antenas las naves de la NASA. 

El 'Apolo' simbolizó para toda una generación el deseo de lograr una vida mejor. De un modo un tanto iluso se pensaba que en el siglo XXI los humanos viviríamos en la Luna o Marte, tendríamos cocinas y electrodomésticos inspirados en tecnología espacial e incluso habríamos entablado amistad con civilizaciones alienígenas.
 
 

La sombra de Neil Armstrong, ante el módulo lunar. | NASA 

El programa 'Apolo' es el símbolo por excelencia de esta forma de ver la vida, aunque las teorías conspirativas pretendan convertir el desarrollo científico y tecnológico en un instrumento maligno, diseñado desde las altas esferas para controlar con engaños el pensamiento de los demás. 

Pese a ello, es un caso al que se ha prestado muy poca antención desde el estamento científico, principalmente por tres motivos: se tiende a pensar que solo supersticiosos e ignorantes dudan de la llegada a la Luna; se considera un problema minoritario y, al tratarse de una discusión histórica, se cree que no perjudica el futuro de la investigación.
 
 

Armstrong, Aldrin y Collins, la tripulación del Apolo 11. | NASA 

 

Aqui algunas de las cosas que argumentan los conspiranoicos: 

   La bandera estadounidense ondea, pero en la Luna no hay viento

Es uno de los argumentos más extendidos, y quizá el más sintomático del sesgo psicológico que suelen mostrar en sus razonamientos los teóricos de la conspiración. Por supuesto que en la Luna no hay atmósfera; por eso, y pese a lo que usted crea haber visto o haya escuchado por ahí, las banderas se mantienen en un perfecto estado de quietud, como muestran los vídeos de lasmisiones. Solo ondean durante unos momentos tras haber sido manipuladas por los astronautas, como es lógico. De hecho, y ya que en la Luna no hay aire que frene su movimiento, lo hacen durante algún tiempo más del que sería normal en la Tierra. 

Por este motivo, en algunas secuencias en las que los astronautas se han salido ya del plano, parece que las esté agitando el viento, pero este efecto se debe sólo al movimiento inercial que arrastran desde que fueron clavadas al suelo. Después, se detienen por completo, extendidas sobre un corredero horizontal que evita que caigan sobre el mástil. El motivo de que presenten una arruga en todas las fotografías es que no fueron desplegadas del todo a través del corredero, y por eso vemos siempre el mismo doblez en todas las imágenes, algo que no sería posible si el viento moviese las banderas. 

Cualquier visionado de las películas de la NASA mostrará que la bandera no ondea y mantiene su posición original, ligeramente arrugada, durante todo el metraje. También puede comprobarse cómo los astronautas evitan extenderla del todo, con el fin de darle esa falsa apariencia de movilidad que presenta en las instantáneas. Esta es una prueba concluyente de que sí se estuvo en la Luna y que cualquiera puede constatar en su casa, accediendo a las grabaciones a través de Internet.
 

   En algunas fotografías faltan retículas, lo que demuestra que éstas se añadieron después y las imágenes son falsas

Las cámaras fotográficas de las misiones 'Apolo' contenían una serie de retículas o cruces que ayudaban a centrar la imagen y medir distancias entre objetos. En algunas de ellas, algunas de estas marcas parecen estar detrás de las rocas, lo que, en apariencia, sería imposible si se encontraban en el objetivo con el que se tomó la imagen. Las fotografías, por lo tanto, serían falsas, lo que demostraría que el viaje fue un montaje. La realidad es que el suelo de la Luna es tan brillante que sus destellos pueden eclipsar parte de la retícula que tienen delante, por lo que esta no puede observarse en su totalidad y parece que sale de detrás de la propia imagen. 

De hecho, si se observan las imágenes de la Luna, se verá que todas las retículas se distinguen peor si están sobre una superficie muy oscura, con la que se confunden, o demasiado luminosa, que provoca un efecto de sobreexposición y tapa con su brillo la retícula. No es ningún secreto que la Luna no tiene atmósfera y su suelo es mucho más brillante que el de la Tierra, por lo que es de esperar que algunas características de las imágenes sean distintas a lo que esperaríamos en nuestro planeta. Ello prueba, precisamente, que son reales. De todas formas, en una mañana luminosa es posible imitar tal efecto aquí, sobreexponiendo algunos detalles del paisaje hasta que estos oculten partes de alguna retícula en la instantánea.
 
 

Imagen de la superficie lunar captada durante la misión Apolo 11. | NASA

Por tanto, no hay ningún misterio en este efecto fotográfico y, en realidad, tampoco sería demasiado revelador si se encontrara alguna imagen trucada (de entre miles de ellas auténticas). De hecho, algunos teóricos de la conspiración parecen haberse dado cuenta de que algunas fotografías podrían ser falsas, y el programa 'Apolo' en su conjunto, verdadero. Se sabe, por ejemplo, que el propio Buzz Aldrin pidió a los productores de la película 'Apollo 13' -todo un éxito del Hollywood de los 90- parte de su metraje de efectos especiales, ya que en él se ofrecían puntos de vista del lanzamiento de la nave -en este caso, de la maqueta- que no habían sido recogidos en su momento. 

El argumento que defienden quienes pretenden probar que todo fue un montaje es que los supuestos errores que vemos en las instantáneas fueron puestos adrede por alguien que quería mostrar al mundo la estafa. En tal caso, debería haber hecho algo que no fuera atribuible a causas naturales o, por qué no, salir en televisión a contarlo. Al final, los detalles técnicos siempre acaban avalando la veracidad de los viajes a la Luna, pero bastaría para desmontar la teoría de la conspiración el hecho de que, pasado tanto tiempo, ningún involucrado haya dicho nada, pese a la fortuna que podría embolsarse si lo hiciera y a que sería recibido como un héroe en buena parte del planeta.
 

Algunas imágenes muestran irregularidades en las sombras: éstas no van paralelas o bien tienen astronautas iluminados en su interior

Una vez más, se trata de irregularidades debidas a las particulares condiciones de la Luna, aunque ambas se pueden reproducir en la Tierra para demostrar la falsedad de la acusación. Los objetos y astronautas que se ven bien pese a encontrarse en una zona sombrada no están siendo iluminados por una fuente artificial de luz, sino por el propio suelo lunar, que refleja gran parte de la radiación que le llega del Sol, haciendo que esta rebote hacia la dirección de la que provenía. Por ello, puede iluminar a los astronautas cuando estos están de pie y en el lugar adecuado, así como otros objetos verticales. 

En cuanto a la sugerencia de que las sombras deberían ser paralelas si están iluminadas por una sola fuente -el Sol-, cabría responder que, si hubiese más fuentes de luz, también habría más sombras, lo que no ocurre en ninguna instantánea. El motivo de que no estén paralelas, además, se debe a que se encuentran a mucha más distancia de lo que parece, algo que suele suceder en la Luna. En varias ocasiones, los geólogos que seguían las misionesdesde el centro de control pidieron a los astronautas que se inclinaran para recoger una roca que parecía estar a su lado, cuando en realidad esta se encontraba a un buen trecho.
 
 

Armstrong y Aldrin, junto a la bandera de EEUU en la Luna. | NASA 

Cuando el Sol está bajo y las sombras son largas, es normal que objetos que se encuentran a distintas distancias arrojen sombras no paralelas. Así sucede también en la Tierra; la única diferencia es que en el extraño y desértico paisaje lunar, donde la ausencia de aire provoca que objetos muy lejanos puedan verse con nitidez, es mucho más difícil darse cuenta de la separación real entre dos cuerpos. En todo caso, cabría señalar que el Sol no es la única fuente lumínica que encontraron los astronautas, ya que la Tierra arroja hasta 68 más luz sobre la superficie del satélite que éste sobre nuestro planeta en una noche de Luna llena. 

Por otra parte, el hecho de que las distancias en la luna sean tan difíciles de medir a simple vista ha llevado a los teóricos de la conspiración a otro error. Algunos han presentado dos imágenescon idéntico fondo, pero con la diferencia de que en una de ellas se encuentra el módulo lunar (LM) en primer plano y en la otra, tomada más tarde, ha desaparecido. La explicación de este curioso efecto es que, en la segunda instantánea, el astronauta se ha desplazado cientos de metros hacia un lado, por lo que el LM, que se encontraba muy cerca de él, ya no entra en el plano. Sin embargo, las montañas del fondo aparecen casi idénticas -y mucho más cercanas de lo que realmente están- en ambas fotografías. 

Un sencillo experimento puede explicar mejor este efecto, conocido como paralaje: basta levantar un bolígrafo sobre nuestra cara y observar su posición respecto al fondo que tengamos enfrente, guiñando alternativamente ambos ojos. Aunque el bolígrafo esté quieto delante de nosotros, parecerá que se ha movido según el ojo con el que miremos. Si desplazamos la cabeza unos centímetros hacia un lado, el bolígrafo acabará desapareciendo para uno de nuestros ojos, al igual que ocurrió con el LM en la segunda imagen.
 

En las fotografías no se ven estrellas

En efecto, las imágenes tomadas sobre la superficie lunar no muestran estrellas. Como ya se ha dicho, el suelo lunar es muy brillante, al igual que el traje de los astronautas. Las estrellas, por el contrario, no brillan demasiado sobre el firmamento lunar. Ninguna película puede captar algo muy brillante y algo muy apagado simultáneamente, ni aquí ni en la Luna. Los astronautas tomaron las fotografías para captar objetos iluminados y emplearon tiempos de exposición muy rápidos, por lo que era imposible que la tenue luz de las estrellas se colara en las instantáneas. 

Hay quien piensa que, por no tener atmósfera, la Luna debería recibir la luz de los astros lejanos con mucha más intensidad que en la Tierra. Sin embargo, la atmósfera de nuestro planeta apenas influye en la radiación visible que nos llega de las estrellas, por lo que estas no se ven mejor desde el espacio, ni tampoco desde la superficie lunar. Este dato lo puede confirmar cualquier astronauta o turista espacial que haya salido de la Tierra. 

De hecho, Armstrong declaró en la rueda de prensa que siguió a su viaje que no había podido ver estrellas a simple vista mientras caminaba sobre la Luna, por lo que no es de extrañar que su cámara tampoco las recogiera. Las misiones 'Apollo', además, se desarrollaron sobre zonas en las que era de día en la Luna, lo que reducía la visibilidad de las estrellas. 

Las fotografías parecen hechas por un profesional del cine

Un enigma que sí está por resolver es por qué la acusación de que el programa lunar fue un fraude, pese a no tener fundamento alguno, sigue estando tan extendida. Circula, en cualquier caso, otra supuesta prueba de que todo fue un montaje, aún más absurda y también relacionada con las fotografías: ¿Cómo es posible que los astronautas captaran unas imágenes tan perfectas sin ser profesionales?, se preguntan algunos. 

Esta acusación tiene el dudoso mérito de ser la que más desconocimiento muestra sobre la realidad del programa 'Apolo'. Basta estudiar durante unos minutos estas misiones para darse cuenta de que los astronautas, elegidos entre millones de ciudadanos por su habilidad e inteligencia, tuvieron que aprender a realizar operaciones bastante más complejas que tomar bellasimágenes de la Luna, sobre todo teniendo en cuenta que pasaron años entrenándose para ello y contaban con costosísimas cámaras diseñadas especialmente para la ocasión.
 

Videos donde se relata paso a paso como fue el proceso  poder llegar a la Luna

Y si sigues dudando de esto, pues nada mas revisa el resumen de las misiones Apolo para que te des cuenta de que no solo si fueron, sino que se prepararon a conciencia a por paso, primero salir al espacio, luego llegar a la luna, luego dar varias vueltas al rededor de ella y hasta depues, ya alunizar, y no fueron una vez sino varias, asi que si dudas responde con argumentos solidos, macho alfa  de las praderas, pelo en pecho, lomo plateado, cinturon piteado, hebilla dorada. 

Publicado por jacintoluque @ 9:03
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