Hay recipientes, como sartenes, cacerolas o tuppers, en los que es realmente difícil quitar la grasa que dejan los alimentos. Los friegas, los refriegas... pero tienes la sensación de que, hagas lo que hagas, siempre quedan algo grasientos. Prueba este truco de la abuela:
Tras cocinar y antes de fregarlos, espolvorea harina sobre la parte manchada. Después, retira con papel de cocina y friega con normalidad. ¿A que ahora es mucho más fácil?