Investigadores de la Universidad de Búfalo (NY) y de la Universidad de Yangzhou en China han ideado una forma para detectar en el espacio agujeros de gusano.
Un agujero de gusano, del que los físicos vienen especulando desde 1916, consiste en una supuesta característica del espacio-tiempo, según la cual existiría una especie de pasadizo secreto para recorrer en un instante enormes distancias espaciales e incluso viajar a través del tiempo.
Su existencia se presupone como parte de las ecuaciones descritas en la Relatividad General, pero hasta la fecha no se ha logrado ninguna evidencia experimental de su existencia.
Se les ha llamado así porque el agujero de gusano se compara con el trayecto que recorre un gusano en el interior de una manzana: puede ir de un extremo a otro por el interior, evitando un recorrido más largo a través de la superficie.
Algo así podría ocurrir también en el espacio: en vez de recorrer una distancia lineal entre dos puntos, un objeto podría tal vez tomar un atajo existente en el interior del espacio-tiempo y llegar al instante a otro lugar remoto, ya sea otro planeta u otra galaxia.
En teoría, el agujero de gusano permitiría también viajar en el tiempo: cualquier objeto que entrara por uno de sus accesos, en virtud de la dilatación del tiempo relativista, podría emerger por el otro extremo en un momento temporal anterior al de su entrada.
Por ejemplo, si un objeto (nave espacial) entrara en un agujero de gusano en 2019, podría aparecer al instante en un punto temporal anterior al de su entrada, dependiendo de la dilatación del tiempo conseguida en el viaje.
Nuevo paso
Lo que han ideado los físicos de la Universidad de Búfalo es un sistema que tal vez permitirá detectar la existencia de estos agujeros de gusano, primer paso no sólo para confirmar su existencia, sino también, para comprobar si pueden ser un atajo espacio-temporal aprovechable por la humanidad.
Lo que proponen estos cosmólogos es detectar un agujero negro en una región específica del espacio llamada Sagitario A*, una fuente de radio muy compacta y brillante en el centro de la Vía Láctea que forma parte de una estructura mayor llamada Sagitario A.
Tal como informamos en otro artículo, los astrónomos confirmaron el año pasado que Sagitario A* es un agujero negro supermasivo oculto en el centro de nuestra galaxia. Tiene una masa que es 1,3 billones de veces superior a la de la Tierra y está a 25.000 años luz de nuestro planeta.
Los científicos de Búfalo y Yangzhou consideran que, aunque no hay evidencia de que Sagitario A* oculte un agujero de gusano, es un buen lugar para buscar porque, al ser un agujero negro supermasivo, dispone de las mismas condiciones gravitacionales extremas que necesita un agujero de gusano.
Referencia